Cómo el Fiscal General de Massachusetts defendió a las víctimas de fraudes de inversión

La Oficina del Fiscal General de Massachusetts se conoce a menudo como el "bufete del pueblo". Actúa como un poderoso defensor y recurso para los residentes de Massachusetts, ocupándose de una amplia gama de cuestiones, desde la protección de los consumidores y la prevención del fraude hasta la aplicación de la legislación medioambiental y de derechos civiles. Dentro de su Oficina de Protección y Defensa del Ciudadano, la División de Seguros y Servicios Financieros se especializa en proteger a los residentes de prácticas desleales o engañosas, incluidas las del cada vez más frecuente ámbito de las criptomonedas.

Lilia DuBois, Fiscal General Adjunta, subraya la misión de la oficina: "La gente de la Commonwealth es lo primero. Haremos lo que sea necesario para proteger sus derechos y hacer que se recuperen". Este compromiso queda ejemplificado en casos como el de Aleksey Madan, en el que los esfuerzos del equipo fueron más allá de la acción legal para ofrecer resultados que cambiaron vidas.

La historia de Aleksey

Aleksey, un inmigrante recién llegado a Massachusetts con una familia numerosa, fue víctima de una sofisticada estafa con criptomonedas. Los estafadores, que se hacían pasar por representantes de una plataforma de inversión llamada SpireBit, se pusieron en contacto con él a lo largo de un año, hablándole en ruso para ganarse su confianza. Aleksey recuerda: "Me ofrecieron opciones de inversión con beneficios garantizados, respaldadas por un sitio web de aspecto profesional y una aplicación de negociación. Parecía legítimo".

Aleksey, que al principio dudaba, fue convencido para que invirtiera 50.000 dólares tras prometerle su supuesto asesor financiero una contribución equivalente. Los estafadores le manipularon aún más, alegando falsas obligaciones fiscales y tasas de seguros, y finalmente le sacaron un total de 141.000 dólares. A pesar de las advertencias de su esposa, Aleksey siguió adelante con la esperanza de recuperar sus pérdidas. Describió sentirse como "una persona que se ahoga, tratando de agarrarse a cualquier cosa para sostenerse".

Cuando Aleksey se dio cuenta por fin de que le habían estafado, se enfrentó a la desalentadora tarea de buscar ayuda. La recomendación de un periodista le llevó a la Fiscalía General de Massachusetts, donde la fiscal general adjunta Lilia DuBois y su equipo ya estaban investigando SpireBit.

Cómo funcionaba la estafa

Los estafadores de SpireBit llevaban a cabo una operación muy sofisticada dirigida a personas vulnerables, sobre todo ancianos de habla rusa en Estados Unidos. Para empezar, utilizaron anuncios engañosos en YouTube y en las redes sociales con falsos avales de personalidades como Elon Musk. Estos anuncios, acompañados de locuciones en ruso, daban un aire de credibilidad a la estafa y dirigían a las víctimas al sitio web y la aplicación móvil de SpireBit, de aspecto profesional. Una vez que las víctimas expresaban su interés, eran contactadas por supuestos asesores de inversión, que afirmaban ser expertos en el comercio de criptomonedas.

Los estafadores se ganaban meticulosamente la confianza mediante interacciones personalizadas, a menudo en la lengua materna de la víctima. A Aleksey, por ejemplo, le asignaron un "analista senior" que se presentaba como un guía experto, que enviaba artículos y ofrecía asesoramiento financiero a medida. Se incitaba a las víctimas a invertir con promesas de beneficios garantizados, y los paneles de control de cuentas falsas mostraban rendimientos impresionantes para animar a nuevos depósitos. Cuando las víctimas intentaban retirar fondos, se encontraban con obstáculos inventados, como falsas exigencias fiscales o comisiones de seguros, que les obligaban a enviar dinero adicional. Finalmente, los estafadores desaparecían, dejando a sus víctimas con las carteras vacías y la confianza rota.

Pasar a la acción

La Fiscalía General de Massachusetts se había comprometido recientemente a dar prioridad a la lucha contra el fraude de criptomoneda debido al aumento de las denuncias. Aprovecharon la tecnología avanzada de TRM Labs Inteligencia en Blockchain , para rastrear los fondos robados. "Lo primero en lo que invertimos fue en una herramienta de rastreo comercial", explicó DuBois. "Nos permitió gestionar estos casos de forma eficiente".

En el caso de Aleksey, el proceso de rastreo fue sencillo. Sus transacciones a través de intercambios y quioscos de criptomoneda proporcionaron detalles clave. TRM Labsrevelaron las extensas operaciones de SpireBit, que incluían más de 700 direcciones y transacciones por un total de millones de dólares. Estos datos permitieron al equipo presentar una demanda civil en virtud de las leyes sobre prácticas desleales y engañosas de Massachusetts. También trabajaron con bolsas de criptomonedas para congelar los activos de los estafadores y transferirlos a un monedero controlado por las fuerzas del orden una vez que se obtuvo una sentencia judicial.

A pesar de las dificultades, como la atención de los medios de comunicación y la complejidad de la red internacional de estafas, el equipo se mantuvo firme. Ian McConachie, asistente jurídico de la oficina, afirma: "Hemos visto a víctimas perder los ahorros de toda su vida, y el impacto es devastador. Ayudarles es lo que nos mueve".

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Restablecimiento de la justicia

La Fiscalía General recuperó con éxito la totalidad de los 141.000 USD que Aleksey perdió en la estafa de SpireBit. Los fondos le fueron devueltos, ofreciéndole un salvavidas tras meses de confusión financiera y emocional. Aleksey expresó su profunda gratitud: "Trabajaron incansablemente para localizar mi dinero y recuperarme. Les estaré eternamente agradecido por su apoyo".

Las repercusiones del caso no se limitaron a Aleksey. La oficina consiguió la restitución de múltiples víctimas de SpireBit en Massachusetts, con 217.000 dólares distribuidos a cuatro víctimas de SpireBit en Massachusetts. Hasta la fecha, la oficina ha distribuido más de 600.000 USD a víctimas de varias estafas de criptomonedas, y hay más fondos pendientes. El resultado también puso de relieve la dedicación de la oficina a la protección de las poblaciones vulnerables y a la utilización de herramientas de vanguardia para combatir el fraude.

Reflexionando sobre su experiencia, Aleksey compartió un consejo para los demás: "No os rindáis. Poneos en contacto con autoridades como la Fiscalía General: pueden marcar la diferencia". Hoy está centrado en reconstruir su vida y ayudar a otros a evitar estafas similares.