Las criptoelecciones: Cripto, desinformación y política presidencial

La criptomoneda se ha convertido en un tema central de las elecciones estadounidenses de 2024, al cruzarse con la financiación de las campañas, la integridad de las elecciones y la seguridad. 

El expresidente Trump apoya abiertamente las criptomonedas, habiendo hablado en conferencias clave sobre Bitcoin e incluso lanzando su propio criptoproyecto. La vicepresidenta Kamala Harris, aparentemente más reticente, pidió que Estados Unidos mantuviera su dominio en la tecnología blockchain en un reciente discurso sobre economía. Ambos candidatos, y los PAC que los apoyan, están aceptando alguna forma de criptodivisa. Este desarrollo presenta nuevas oportunidades para el compromiso político, pero también introduce retos relacionados con la regulación y la seguridad.

Riesgos de injerencia y desinformación electoral

Mientras los candidatos en Estados Unidos desarrollan posiciones políticas y temas de conversación sobre cómo podrían apoyar o regular los activos digitales, los actores de amenazas como Rusia utilizan en parte las criptomonedas para enviar fondos en apoyo de la interferencia electoral y las campañas de desinformación. 

Según el Jefe Global de Política de TRM, Ari Redbord"Los seis casos de interferencia electoral de alto perfil desde 2016 han implicado el uso de criptomonedas. Esto subraya un movimiento por parte de actores ilícitos -particularmente aquellos con conexiones con Rusia, que están buscando nuevas tecnologías- para recaudar y mover fondos."

Los seis casos a los que alude Redbord implican a diversos actores ilícitos, como medios de comunicación rusos, grupos paramilitares, hackers y servicios de inteligencia rusos. "Rusia ha fomentado un ecosistema financiero ilícito de mercados de la red oscura, empresas de criptomonedas que no cumplen las normas, ransomware y grupos paramilitares", explicó Redbord. "Todas estas piezas del rompecabezas de lavado de dinero de Rusia juegan un papel en la interferencia y la desinformación".

Las campañas de desinformación e injerencia electoral alimentadas por Rusia han formado parte de los dos últimos ciclos electorales. La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro de Estados Unidos y el Department of Justice han puesto en el punto de mira a personas y entidades asociadas con la interferencia y la desinformación electoral rusa.

Los principales casos de injerencia electoral afectan a las criptomonedas

Las criptomonedas han desempeñado durante mucho tiempo un papel en la interferencia y desinformación electoral rusa. Según Redbord, de TRM, estos son los seis casos más sonados de uso de criptomonedas desde 2016:

• Agencia Rusa de Investigación en Internet (IRA) - Elecciones EE.UU.2016
• Proyecto Lakhta - Elecciones estadounidenses de mitad de mandato de 2018
• SouthFront - Campaña de desinformación (2021)
• Task Force Rusich - Conflicto Rusia-Ucrania (2022)
• Campaña Doppelganger - Elecciones EEUU 2024
• RT (Russia Today) y RaHDit - Redes mundiales de desinformación (2024)

Las campañas de desinformación financiadas mediante criptomonedas suelen implicar a una red de facilitadores, entre los que se incluyen bolsas, registradores de dominios, proveedores de alojamiento, procesadores de pagos, agencias de marketing digital, productores de deepfakes, amplificadores de redes sociales y servicios de "artículos de alquiler". 

TRM Labs puede utilizarse para investigar y mitigar el riesgo del uso de criptomonedas para interferir en elecciones y otras actividades malignas.

En su comunicado de marzo de 2024 anunciando sanciones, el Tesoro escribió: "El gobierno ruso emplea una serie de herramientas, incluyendo campañas de influencia maligna y actividades cibernéticas ilícitas, para socavar los intereses de los Estados Unidos y sus aliados y socios." El Tesoro continuó: "Rusia utiliza de forma rutinaria sus servicios de inteligencia, proxies y herramientas de influencia en estos esfuerzos. Los actores de influencia de Rusia han adaptado cada vez más sus métodos para ocultar su participación mediante el desarrollo de un vasto ecosistema de sitios web proxy rusos, personas y organizaciones que dan la falsa apariencia de ser fuentes de noticias independientes."

El libro de jugadas del deepfake ruso

En septiembre de 2024, la OFAC sancionó a figuras clave de RT, el medio de noticias ruso financiado por el Estado, por utilizar diversos métodos -incluidos deepfakes y desinformación generados por IA- para influir en la audiencia estadounidense. Estos actores reclutaron de forma encubierta a personas influyentes de Estados Unidos, utilizando empresas pantalla para enmascarar sus vínculos con el Gobierno ruso y sembrar la desconfianza en los procesos electorales estadounidenses.

Las operaciones de influencia maligna del Kremlin son de gran alcance y emplean actividades cibernéticas encubiertas y sitios web proxy para difundir desinformación. Un actor clave en este esfuerzo fue Doppelgänger, una operación de influencia vinculada a Rusia que utilizaba contenidos deepfake para difundir desinformación. Doppelgänger, identificado en 2022, operaba a través de una red de sitios web y personajes falsos diseñados para parecer fuentes de noticias independientes, engañando al público haciéndole creer que estaba consumiendo medios de comunicación legítimos.

Las designaciones de la OFAC también se referían a ejecutivos de RT, incluida la redactora jefe Margarita Simonyan, que supervisaba operaciones destinadas a ocultar la participación de Rusia en las campañas de desinformación. Simonyan y otros ejecutivos llevaron a cabo una operación de influencia a gran escala en las redes sociales estadounidenses para favorecer los intereses de Moscú. Además, el grupo hacktivista pro-Kremlin RaHDit, dirigido por Aleksey Garashchenko, desempeñó un papel fundamental en el uso de herramientas cibernéticas para mejorar la capacidad de Rusia para llevar a cabo estas operaciones de influencia.

Otra entidad central en este esfuerzo fue ANO Dialog, una organización rusa sin ánimo de lucro vinculada a la red Doppelgänger. ANO Dialog utilizó tecnología de IA y deepfakes para crear publicaciones falsas en plataformas de redes sociales populares, dirigidas a debates relacionados con las elecciones estadounidenses. El director general de la organización, Vladimir Tabak, se coordinó con funcionarios del gobierno ruso para amplificar la desinformación a través de sitios de noticias falsas como "Reliable Recent News" (RRN) y "War on Fakes". Esto incluyó el uso de contenidos deepfake diseñados para manipular la percepción pública y difundir falsas narrativas sobre el proceso electoral estadounidense.

Injerencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016

Uno de los casos más conocidos que vinculan la criptomoneda con la interferencia electoral es el de la Dirección Principal de Inteligencia (GRU) de Rusia, que desempeñó un papel fundamental en los ataques de spear-phishing, la difusión de desinformación y el pirateo durante las elecciones estadounidenses de 2016. La GRU utilizó bitcoin para financiar sus operaciones, comprando servidores, dominios y otras herramientas necesarias para estas actividades. 

Según la acusación, la operación de minería de bitcoin del GRU financió la compra de servidores y dominios utilizados en las campañas de phishing selectivo del GRU. Bajo el nombre de "Guccifer 2.0", el GRU reivindicó el pirateo del Comité Nacional Demócrata (DNC) y la filtración de documentos a los medios de comunicación, WikiLeaks y otros. El GRU también compró bitcoin a través de la plataforma P2P LocalBitcoins, que utilizó para adquirir una VPN con la que iniciar sesión en la cuenta de Twitter @Guccifer_2. Los fondos restantes de la misma dirección Bitcoin se utilizaron después para alquilar un servidor malasio que alojaba el sitio web dcleaks.com. En marzo de 2018, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a ciberactores rusos por interferir en las elecciones estadounidenses de 2016 y por ciberataques maliciosos.

Cómo utilizan las criptomonedas las campañas de desinformación

En marzo de 2024, la OFAC sancionó a dos personas y dos entidades por los servicios que prestaron al gobierno ruso en relación con una campaña de desinformación, incluido el intento de hacerse pasar por medios de comunicación legítimos.

En concreto, la OFAC designó al ciudadano ruso Ilya Andreevich Gambashidze por su papel en campañas extranjeras de influencia maligna realizadas bajo la dirección del Kremlin. El Tesoro afirmó que Gambashidze y su empresa, Social Design Agency (SDA), junto con Nikolai Aleksandrovich Tupikin, director general y actual propietario de la empresa rusa Group Structura LLC (Structura), participaron en la ejecución de una campaña que suplantó la identidad de sitios web de noticias en Europa. El Tesoro también señaló el papel de Gambashidze y Tupikin en la creación de vídeos falsos y cuentas en redes sociales para difundir mensajes prorrusos. En la campaña, que al parecer se llevó a cabo en octubre de 2022, participaron más de 60 sitios web que se hacían pasar por medios de comunicación legítimos.

En su designación de sanciones, la OFAC incluyó varias direcciones de criptomoneda pertenecientes a Gambashidze, entre ellas dos direcciones TRON (TRX): TMGLqRQ4twjW8wJhVH1mQR7nUThpGHUsN3 y TEFph7dZoUN5233cGEzF6XFwRpjPF8fQDS.

La primera dirección (TMGLq) estuvo activa entre abril de 2022 y marzo de 2024. La gran mayoría de los fondos recibidos por la dirección procedían de la bolsa rusa sancionada Garantex.

TRM rastreó varios pagos a través del servicio de intercambio de cadenas cruzadas, incluido uno realizado a un monedero Bitcoin que pagaba a un procesador de pagos con sede en EE.UU., un método potencial para pagar la infraestructura de Internet.

La segunda dirección (TEFph) solo estuvo activa entre febrero y marzo de 2024. Al parecer, la gran mayoría de los fondos se enviaron desde un monedero caliente probablemente asociado con un intercambio que también ha hecho transferencias significativas a otros comerciantes, intercambios y servicios de criptodivisas rusos.

Estado actual: Marcos reguladores de las criptodonaciones

Sin embargo, las criptomonedas no sólo se utilizan para financiar injerencias electorales. También se utiliza, en parte, para financiar campañas. 

La Comisión Federal Electoral (FEC) permitió por primera vez a las campañas políticas aceptar donaciones de criptodivisas en 2014, clasificándolas como "contribuciones en especie." Candidatos como el senador Rand Paul en 2016 y Andrew Yang en 2020 fueron los primeros en adoptarlo, aceptando bitcoin y convirtiéndolo en dólares estadounidenses. Avance rápido hasta 2024: Hoy en día, tanto Donald Trump como Kamala Harris están adoptando las donaciones en criptomoneda, utilizando procesadores de terceros para garantizar el cumplimiento de las regulaciones de la FEC.

Las normativas estatales varían mucho. Actualmente, 14 estados permiten las donaciones de criptomoneda para las campañas estatales. Tennessee tiene leyes estatutarias que permiten estas contribuciones, mientras que Colorado ha actualizado su normativa para darles cabida. Sin embargo, estados como California han prohibido las criptodonaciones, alegando problemas de transparencia. Por el contrario, Ohio ha ido un paso más allá creando su propio sistema de pago con Bitcoin para facilitar el pago de impuestos. A pesar de estos avances, 34 estados y el Distrito de Columbia no han promulgado ni considerado legislación sobre criptodonaciones, lo que crea una amplia zona gris.

Transparencia y anonimato: Un arma de doble filo

La naturaleza seudónima de las criptomonedas plantea problemas de transparencia en la financiación de campañas. Un ejemplo notable se produjo durante las elecciones de mitad de mandato de 2022, cuando FTX realizó importantes donaciones a campañas tanto republicanas como demócratas. Si bien estas donaciones fueron legales y se informaron, la rápida quiebra de FTX reveló más tarde la naturaleza opaca de las fuentes de financiación. Surgió la preocupación sobre si los orígenes de estos fondos podían verificarse plenamente, especialmente cuando algunos activos se mantenían en entidades extraterritoriales.

También preocupa el posible uso de criptomonedas para ocultar la identidad de los donantes. Aunque los Super PAC (comités de acción política) están obligados a revelar sus donantes a la FEC, los donantes pueden mantener el anonimato canalizando el dinero a través de otras organizaciones, como las organizaciones sin ánimo de lucro (por ejemplo, las organizaciones 501(c)(4)), que no están obligadas a revelar sus donantes. Esta práctica se conoce a veces como "dinero negro" porque permite a los donantes permanecer ocultos al público. 

Dado que las transacciones de blockchain pueden realizarse sin revelar información personal, las criptodonaciones pueden eludir los requisitos tradicionales de transparencia en la financiación de campañas. Esto ha hecho temer que entidades extranjeras puedan aprovechar estas características para influir en los resultados electorales de forma encubierta. Si bien quienes aceptan criptomonedas pueden utilizar Inteligencia en Blockchain o emplear protocolos de "conozca a su cliente" (KYC, por sus siglas en inglés), sin controles de cumplimiento establecidos, los donantes pueden potencialmente enviar fondos de forma anónima. 

El futuro del uso de criptomonedas en las campañas políticas 

Según un informe de agosto de 2024 del grupo de defensa del consumidor Public Citizen, la industria de las criptomonedas representa casi la mitad del dinero aportado por las corporaciones a los PAC en lo que va de 2024. Según el informe, las empresas de criptomonedas han aportado el 48% de los 248 millones de dólares de dinero corporativo donado para influir en las elecciones federales de este ciclo. Fairshake, el comité de acción política dominante de la criptoindustria, dice que ha recaudado 169 millones de dólares. Public Citizen maneja una cifra mayor(202 millones de dólares) basada en los datos de la Comisión Federal Electoral, pero eso incluye un doble recuento de las contribuciones basadas en criptomonedas de donantes individuales, según el grupo de investigación OpenSecrets. Se trata de un aumento significativo respecto a los 15 millones de dólares donados en 2020.

Este nivel de implicación subraya los esfuerzos de la comunidad criptográfica por dar forma a la política apoyando a candidatos pro cripto y oponiéndose a las medidas reguladoras. El aumento de las criptodonaciones refleja la creciente influencia de los activos digitales en el panorama político y el deseo de los participantes del sector de proteger sus intereses en un entorno regulador en rápida evolución.

Las criptomonedas ofrecen oportunidades y riesgos en el contexto de las elecciones. Proporcionan nuevas vías para la participación política y la recaudación de fondos, pero también plantean retos relacionados con la transparencia, la seguridad y el posible uso indebido en la interferencia electoral. 

La participación de candidatos de alto perfil como Donald Trump y Kamala Harris, junto con el récord de donaciones de criptomonedas en el ciclo electoral de 2024, refleja la creciente aceptación general de los activos digitales. A medida que se desarrolle la temporada electoral, servirá como una prueba crítica de cómo los reguladores, las fuerzas del orden y la comunidad criptográfica pueden navegar por este complejo panorama para salvaguardar el proceso democrático.